[9:51 p. m.]
YO ESTABA ALLÍ
Lo ví con mis ojos, lo escuché con mis oídos y lo sufrí en mi alma. Durante horas, una tras otra, mentira tras mentira, desinformación tras desinformación. De los mismos del GAL, de Filesa, de la PSV, de la corrupción en las autovías, en el AVE , en la Expo, en las Olimpíadas. De los mismos confesos y condenados por nuestros tribunales, de los que se enriquecieron con ellos, de los que colaboraron, de los que los taparon...De los mismos que crearon grupos terroristas, que pasaron años mintiendo y encubriendo los crímenes de nuestra democracia. Ví y oí a las turbas que mandaron a las calles, chiquillos irresponsables, fanáticos, programados como robots. Oí como vociferaban, amenazaban, insultaban, engañaban. Ví sus pancartas, escuché sus consignas, recibí sus mensajes en mi móvil, insidiosos, ilegales, sucios, antidemocráticos, vergonzosos... Escuché a los locutores de sus radios cambiar de discurso conforme recibían órdenes. Les oí inventarse versiones del gobierno, falsos suicidas, filtraciones del CNI.
Contemplé los reportajes de sus televisiones, leí los artículos de sus columnistas, las declaraciones de sus acólitos. Ví los montajes oportunistas de los fotógrafos de Terra, de El País, de La Vanguardia y de otros muchos medios ,y los guardé en mi disco duro y también en mi memoria.
Ví a los nacionalistas de siempre, a los socialistas de siempre , a los de la violencia física y verbal de siempre, volver a hacer lo mismo de siempre, con las misma sin vergüenza de siempre.
Y los sigo viendo y escuchando cada día, intentándome convencer que no ví lo que ví ,no escuché lo que escuché y no leí lo que leí.
Pero yo estaba allí,...Y vosotros también.
Y si yo ví, escuché, leí y recibí todo aquello y me di cuenta de lo que sucedía al instante, el que se supone que solo vive para protegernos a todos los españoles de que algo así no pueda pasar, debió verlo, escucharlo, leerlo y tal vez recibirlo.
Y pude oír el grito de su silencio.
Juan Hispano
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